
Un blog sobre tecnología y su impacto en las personas
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Jorge Castaño, en su boletín “Vivir del Software”, propone dos conceptos interesantes: “spec-driven development” y “parallel programming”. Me pareció interesante la propuesta, pero al leerlo con atención, me pareció que ambos conceptos caen bajo el paraguas de lo que yo llamo es estilo plotter.
Cuando puse en LinkedIn que no creía en el “prompt engineering”, se produjo debate. Incluso hubo alguno que se dedicó a explicarme la importancia de las distintas ramas de la ingeniería del software, porque seguro que yo consideraba que no eran útiles tampoco. Como si mi escepticismo con este neologismo equivaliera a despreciar décadas de conocimiento acumulado en nuestra disciplina.
“Have you ever heard of someone getting ‘feedback’ on a paper through a privileged and confidential document to HR? Or does it just happen to people like me who are constantly dehumanized?”
“La ingeniería de software no será solo un proceso, sino que una tecnología.” Así predecía Bertrand Meyer en 2010 cómo sería la programación una década más tarde.
Recientemente un colega se refería a cierta empresa expresando que su proceso de desarrollo era “muy artesanal”, y no se trataba de un cumplido.